Durante la guerra fría Estados Unidos y la URSS empezaron a desarrollar numerosas armas de destrucción masiva.
Estados Unidos tuvo la hegemonía durante bastante tiempo, gracias a su conocido proyecto: El proyecto Manhattan, más adelante los estadounidenses bajo la presidencia de Eisenhower cambiaron su política de hacer bombas nucleares y empezaron hacer muchas bombas pero de poco calibre al final del mandato de Eisenhower, los americanos contaban con mas de 250.000 bombas atómicas y los soviéticos tan solo con 2500.
Los soviéticos por otra parte construían menos bombas pero más poderosas, y su bombas superaban con creces a las americanas.
Los soviéticos el 28 de octubre de 1961 probaron una bomba de 20 megatones (un megatón equivale un millón de toneladas de tnt) y dos días después probaron la joya de todas las bombas: La bomba del Zar con una capacidad de 50 megatones.
La bomba del Zar fue llevada por el investigador soviético Julii Borisovich Khariton y su equipo, esta bomba más que por fines militares fue creada para investigación y sobretodo para la propaganda, debido a que esta bomba pesa unos 27.000 kg que no es fácil de transportar y es imposible acoplarla en un misil ICBM.
Al principio esta bomba fue planeada para que tuviera una fuerza de 100 megatones, pero que no se pudo llevar a cabo debido a su inmensidad y a la tecnología de la época.
La bomba del Zar es una bomba de Hidrógeno que fue detonada en Nueva Zembia un archipiélago ruso al norte de Moscú, cuando impacto la bomba la energía luminosa pudo verse a mas de 900 km de la explosión y su hongo nuclear se elevo a mas de 64 km de altura. Y la energía calorífera fue tal que podría haber causado quemaduras de tercer grado a cualquiera que se encontrase a 100 km de distancia.
Actualmente esta bomba esta expuesta en el museo Manége de Moscú, tambien si tenéis la curiosidad de saber que hubiera pasado si esta bomba la hubieran probado en nuestro pequeño pueblo existe una página en la que podrás probar cualquier bomba nuclear pinchando aqui
La guerra fría enseño a la humanidad la capacidad destructiva del ser humano y estuvimos varias veces al borde del abismo nuclear por ejemplo en los misiles de cuba y en el caso que ya relate de Stanislav Petrov, y espero, que en lo que nos queda de historia no se vuelva a repetir algo así, aunque cada vez lo veo mas improbable.
Sebastian Bohórquez Pico 1ºBachillerato
Filosofía en Villalba 